En la reunión, los dirigentes y vecinos expusieron los problemas que por años han tenido que soportar por la presencia de migrantes varones que se instalan en la calle esperando ser contactados para un trabajo ocasional.
Según Sady Olivares, presidente de la junta de vecinos, los migrantes generan una serie de problemas que requieren de una pronta solución por parte de la iglesia. “Son ellos, la iglesia, quienes instalaron la pastoral en este sector y ahora deben ser parte de la solución para que este barrio sea un lugar agradable de vivir”. Ante esta directa petición, el obispo Guillermo Vera solicitó a los vecinos ser tolerantes con un fenómeno como la migración que requiere de una solución integral.
Ante esta situación, con miradas antagónicas ante un mismo fenómeno, el gobernador Gonzalo Prieto asumió el rol de mediador y en la búsqueda soluciones se comprometió a gestionar con Bienes Nacionales la posibilidad de conseguir un inmueble fiscal para tratar de disminuir la presencia de migrantes varones en ese sector, con la idea de gestar “una bolsa de trabajo” a cargo de una institución que asuma esa responsabilidad.
También Prieto comprometió más presencia policial en el sector para fiscalizar no solo a los migrantes sino que también a quienes acuden al sector en búsqueda de trabajadores ocasionales. “Mensualmente nos reuniremos para ir monitoreando la situación en torno a la Pastoral de Migración.
A la reunión asistieron el obispo Guillermo Vera, el sacerdote Franklin Luza, el subprefecto PDI, Italo Rocca y Carabineros.